El sector minorista está aprovechando las pantallas LED de forma irregular para crear experiencias de marca únicas que destacan en mercados saturados, utilizando formas personalizadas para reforzar la identidad de marca y guiar el recorrido del cliente. Las pantallas rectangulares tradicionales se integran en los entornos comerciales, pero las pantallas con forma especial —desde paneles con forma de logotipo hasta fondos con forma de onda— captan inmediatamente la atención y transmiten la personalidad de una marca. Por ejemplo, una tienda de joyería de alta gama en París instaló una pantalla LED circular (de 1,8 metros de diámetro) en su escaparate, rodeada por paneles más pequeños con forma de diamante. La pantalla central muestra primeros planos de gemas girando 360 grados, mientras que los paneles en forma de diamante muestran detalles sutiles del producto (por ejemplo, «zafiros tallados a mano») o promociones estacionales, atrayendo a los peatones hacia la tienda.
En el sector minorista de moda rápida, las pantallas LED irregulares se utilizan para crear zonas de compra inmersivas. Una tienda insignia de Zara en Tokio cuenta con una pared LED con forma de onda de 10 metros de largo a lo largo de su sección de mujeres, proyectando contenido dinámico que cambia según las tendencias: patrones de telas fluidas para las colecciones de verano, estampados geométricos audaces para el otoño. La forma ondulante de la pared guía a los compradores por el pasillo, mientras que zonas sensibles al tacto permiten a los clientes tocar la pantalla y mostrar información sobre tallas o combinaciones sugeridas de ropa. La alta resolución de la pantalla (2,5 mm de paso de píxel) garantiza que las texturas y colores de las telas se reproduzcan con precisión, ayudando a los clientes a visualizar sus compras antes de probárselas.
En el retail infantil, las formas lúdicas añaden fantasía y engagement. Una juguetería en Nueva York utiliza displays LED con formas de estrella y nube a lo largo de su espacio: paneles en forma de estrella cuelgan del techo, proyectando personajes animados que "vuelan" a través de la tienda, mientras que paneles en forma de nube cerca de la caja muestran demostraciones cortas de juguetes. Los displays están programados para responder al movimiento: cuando un niño saluda a una estrella, esta cambia de color o reproduce un sonido, convirtiendo la compra en un juego. Los minoristas también se benefician de la flexibilidad de los paneles modulares con formas especiales: pueden reconfigurarse según la temporada (por ejemplo, formas de copo de nieve para el invierno, formas de flores para la primavera) sin necesidad de reemplazar todo el sistema, reduciendo costos y residuos. Al combinar la narrativa de marca con interactividad, los displays LED de formas irregulares transforman los espacios comerciales en destinos que generan afluencia de clientes y aumentan las ventas.