Las instalaciones sanitarias están integrando pantallas LED interiores para mejorar la atención al paciente, agilizar las operaciones y reducir la ansiedad en entornos a menudo estresantes. Estas pantallas están diseñadas teniendo en cuenta necesidades específicas médicas, desde higiene hasta claridad, y se utilizan en áreas como salas de espera, salas de examen y teatros de operaciones. El área principal de espera de un hospital podría incluir una gran pantalla LED interior (pitch de píxel 4,8 mm) que muestre contenido relajante, como escenas de la naturaleza o animaciones suaves, para aliviar la ansiedad de pacientes y sus familiares. La pantalla también muestra los tiempos reales de espera de los distintos departamentos (por ejemplo, 'Urgencias: espera de 45 minutos', 'Pediatría: espera de 15 minutos') y vídeos educativos sobre salud, como consejos para controlar la diabetes o prepararse para una cirugía, convirtiendo el tiempo de espera en una oportunidad para compartir información valiosa.
En salas de examen, las pantallas LED más pequeñas para interiores (27-32 pulgadas) ayudan a los médicos a comunicarse más eficazmente con sus pacientes. Un médico podría utilizar la pantalla para mostrar imágenes de alta resolución de radiografías, resonancias magnéticas o ecografías, acercando áreas específicas para explicar un diagnóstico o plan de tratamiento. La alta relación de contraste de la pantalla (10,000:1) garantiza que incluso los detalles más sutiles, como una fractura pequeña o una anomalía en los tejidos, sean visibles, ayudando al paciente a comprender su condición y sentirse más involucrado en su atención. Muchas pantallas para salas de examen también incluyen filtros de privacidad, asegurando que la información médica sensible no sea visible para personas fuera de la sala.
Los quirófanos utilizan pantallas LED especializadas para interiores (pitch de píxel 1,5 mm) que cumplen con estrictos estándares de esterilidad. Estas pantallas muestran feeds quirúrgicos en tiempo real, signos vitales del paciente o imágenes de referencia (como diagramas anatómicos) a los cirujanos y sus equipos, quienes pueden visualizar información crítica sin necesidad de apartar la vista del procedimiento. Las pantallas están montadas en brazos ajustables para facilitar su posicionamiento y cuentan con recubrimientos antimicrobianos que resisten el crecimiento bacteriano, un requisito fundamental en entornos estériles. Al mejorar la comunicación, reducir la ansiedad y apoyar la toma de decisiones clínicas, las pantallas LED interiores se convierten en un elemento esencial para brindar una atención médica de alta calidad centrada en el paciente.