
Las arenas de esports y centros de juegos cubiertos dependen de pantallas LED interiores para crear entornos inmersivos y competitivos que satisfagan las demandas de jugadores profesionales y espectadores por igual, abordando las limitaciones de los monitores tradicionales que carecen de tamaño, brillo y sincronización. Los esports requieren pantallas con tasas de actualización ultra altas (para evitar el desenfoque de movimiento durante partidas rápidas), gamas de colores amplias (para representar los mundos del juego de manera realista) y una integración perfecta con el hardware de juegos, áreas en las que las pantallas LED para interiores sobresalen. La arena LCS (League of Legends Championship Series) en Los Ángeles, que alberga torneos profesionales de esports, instaló en 2024 una videopared LED para interiores de 9 metros de ancho × 3 metros de alto como pantalla principal del escenario, junto con 16 monitores LED gaming de 27 pulgadas para los jugadores. La videopared principal, con un paso de píxel de 1,2 mm, una frecuencia de actualización de 240 Hz y una gama de colores sRGB del 99 %, proyecta la jugabilidad en vivo, estadísticas de los jugadores y reacciones del público sin latencia alguna, algo crítico en torneos donde decisiones en fracciones de segundo determinan los resultados.
Los monitores para jugadores, diseñados específicamente para esports, cuentan con un retardo de entrada bajo (≤1 ms) y tecnología de sincronización adaptativa (G-SYNC), lo que garantiza que la jugabilidad sea fluida y receptiva incluso durante intensas batallas en equipo. Para los espectadores, las pantallas LED de la arena incluyen pantallas laterales 4K que muestran primeros planos de los rostros y manos de los jugadores (capturados por cámaras de alta velocidad), así como análisis en tiempo real de los comentaristas, mejorando la experiencia de visualización al hacer que la acción sea más personal e interesante. Las pantallas también se sincronizan con el sistema de audio de la arena, ajustando el volumen del sonido para coincidir con eventos dentro del juego (por ejemplo, música más fuerte durante una jugada decisiva), amplificando así la emoción. Los organizadores de torneos informan que las pantallas LED han aumentado el compromiso del público: la asistencia presencial ha subido un 30 % en comparación con la temporada anterior, y la audiencia en plataformas de transmisión (como Twitch) ha aumentado un 45 %, siendo muchas veces citadas las “imágenes nítidas” como razón por la cual ven más partidos. Para los esports, las pantallas LED interiores no son solo accesorios, sino componentes esenciales de la experiencia competitiva, elevando tanto la jugabilidad como la experiencia del espectador a nuevos niveles.